En un día como hoy, tan señalado en nuestro Colegio por ser el día de Santa Magdalena Sofía, recordamos también a uno de los grandes de la literatura del Siglo de Oro Español. Pedro Calderón de la Barca, fallecía un 25 de mayo en Madrid hace 335 años. Religioso y militar, destacó en la corte del rey Felipe IV por sus populares obras de teatro, siendo el dramaturgo que inauguró con su obra el Palacio del Buen Retiro. Aunque fue un hombre con un carácter sombrío y angustiado, escribió más de 110 comedias y más de 80 autos sacramentales, entremeses y obras menores. Algunos de sus títulos más famosos son: El Alcalde de Zalamea, La dama duende o La vida es sueño. Os dejamos aquí algunos versos de ésta última para que disfrutéis con su genialidad.
La vida es sueño
Es verdad, pues: reprimamosesta fiera condición,
esta furia, esta ambición,
por si alguna vez soñamos.
Y sí haremos, pues estamos
en mundo tan singular,
que el vivir sólo es soñar;
y la experiencia me enseña,
que el hombre que vive, sueña
lo que es, hasta despertar.
Sueña el rey que es rey, y vive
con este engaño mandando,
disponiendo y gobernando;
y este aplauso, que recibe
prestado, en el viento escribe
y en cenizas le convierte
la muerte (¡desdicha fuerte!):
¡que hay quien intente reinar
viendo que ha de despertar
en el sueño de la muerte!
Sueña el rico en su riqueza,
que más cuidados le ofrece;
sueña el pobre que padece
su miseria y su pobreza;
sueña el que a medrar empieza,
sueña el que afana y pretende,
sueña el que agravia y ofende,
y en el mundo, en conclusión,
todos sueñan lo que son,
aunque ninguno lo entiende.
Yo sueño que estoy aquí,
de estas prisiones cargado; y soñé que en otro estado
más lisonjero me vi.
¿Qué es la vida? Un frenesí.
¿Qué es la vida? Una ilusión,
una sombra, una ficción,
y el mayor bien es pequeño;
que toda la vida es sueño, y los sueños, sueños son.
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